miércoles, 17 de diciembre de 2008

OPEN this END. HISTORIA sin FECHA. ARTE sin FECHA. PENSAR el ARTE © Cristina García-Lasuén







HISTORIA sin FECHA. ARTE sin FECHA: Poder, Ciencia y Creencia. PENSAR el ARTE

© Cristina García-Lasuén




Origen I

Arte y Poder


Presentado por Aino Baar




AGRADECIMIENTOS


Buenas tardes y muchas gracias por asistir. Antes de empezar quiero nombrar a las personas que han hecho posible que este encuentro se produzca. A N.Yuitza. de O. Science., por proponer la idea y coordinarla con la eficacia y el entusiasmo de siempre. A Urkum y a P. Kaufmann, por su entrega. A Spanish Sim C-TK, por llevarlo a cabo. A Puk, Nandi y Maria Grot, que son los responsables de todos los aciertos, muchas gracias por aportar tanto trabajo y genialidad que han permitido que este proyecto haya sido posible. A la artista y diseñadora Maria Grot, que tiene ADN de artista, porque todo lo que lleva a cabo es, sencillamente, insuperable. A Jesús, por tantas y tan buenas cosas. A Carlos Jiménez que, con su inagotable conocimiento, me ha abierto importantes caminos. A O. S. por su apoyo. A Carlos Tamarit, por sus imprescindibles y acertados consejos. A The Learning Experience People y the English Sim TLE, que serán los anfitriones de esta conferencia en inglés. A Marina y Víctor, que siempre han creído y me han animado en mis proyectos. Y a vosotros, amigos, que con vuestras sugerencias nos habéis facilitado y alegrado el camino. A todos muchísimas gracias.




                                                I




INTRODUCCIÓN






1.- HISTORIA sin FECHA. ARTE sin FECHA. PENSAR el ARTE


Este encuentro es el primero de un ciclo que tratará de las diferentes formas en las que el arte ha ido manifestándose a lo largo de la historia. No van a ser habituales por varias razones:


En primer lugar, por la forma, por el soporte en el que se va a emitir porque, además de los cauces habituales, se desarrollará, también, mediante libros virtuales y en un vídeo con la recreación de las imágenes en 3d. Pero si no va a limitarse a los medios de publicación tradicionales, tampoco será convencional en el fondo.


Empiezo con una pregunta: ¿Por qué esa aparente paradoja de una Historia sin Fecha? , ¿Un Arte sin Fecha? Pues porque aquí no se va a dar un listado interminable de datos. Disiento de esa manera, cartesiana y memorística, de entender y reducir el conocimiento de la historia del arte a un método que aplica unas líneas de subordinación jerárquica, en vertical; porque el resultado final es una sucesión de cosas que, sobre todo, tienen fechas. Como si el arte fuera el listado de un inventario de objetos. Propongo que conozcamos el arte, como recomiendan Deleuzze y Guattari que se debe abordar el conocimiento. En el libro “Mil mesetas”, sugieren un sistema Rizomático. En rizoma es cómo se comporta la naturaleza. Las plantas no crecen nunca en línea recta. Ni en el exterior, ni en sus raíces. Nacen y se ramifican. Partiendo de un punto clave, el rizoma, posteriormente se expanden hacia todas las direcciones en busca de alimento y de luz. En nuestro caso, esto va a suponer tener que adentrarse por un camino diferente al acostumbrado, que nos llevará de ida y vuelta hacia momentos de la historia que están alejados en el tiempo, a veces muchos siglos, pero que, en mi opinión, tienen mucha relación entre sí.


Es cierto que la datación exhaustiva de los objetos artísticos es una fuente principal de información de la historiografía. Algunos descubrimientos científicos, como la prueba del Carbono 14 o el estudio de los anillos de los árboles, han cambiado nuestra concepción de la historia, del arte y del mundo. Es verdad. Pero esta circunstancia objetiva, que sirve de análisis riguroso y científico, no debe hacernos olvidar que el arte es mucho más que eso. Que es, ante todo, una manifestación; el resumen o la síntesis de una época. En definitiva, que refleja cómo piensa y siente un pueblo. Por supuesto que seguiremos un camino de evolución cronológico, porque seguir la senda del tiempo responde a un esquema de evolución humana, artística, lógica y coherente. Pero cada espacio histórico que reflexionemos no lo veremos aislado, encorsetado, entre los dos estrechos límites o márgenes de las fechas que se utilizan para definir y acotar un estilo, que son su inicio y su final. A ese trayecto básico le vamos a incorporar otras manifestaciones; lo uniremos con otras épocas, generando nuevas conexiones.


En nuestra cultura, marcada por la necesidad de asegurar un axioma antes de pasar al siguiente y de aceptar como inmutables las certezas o dogmas científicos, se han quedado fuera muchos otros elementos, inaprehensibles o muy difíciles de demostrar de manera práctica y fehaciente. Sin embargo, son parte sustancial de nuestra cultura y, sobre todo, del mundo creativo y artístico. Sigfried Giedion lo advierte claramente cuando afirma que en nuestra civilización existe un hiato, una grieta, entre los métodos de pensamiento y los métodos de sentimiento y que por eso la formación del ser humano moderno es incompleta y hace difícil encontrar un equilibrio entre las realidades interior y exterior. Las fechas solas, nos recuerda Arnold Hauser, olvidan que el ser humano existió en un determinado contexto histórico, social, cultural y político. El artista ha estado sometido a las influencias del tiempo que le ha tocado vivir. Por tanto, en su pensamiento, en su forma de ser y en la formación de su gusto, el entorno ha tenido mucho que ver. En el día a día han influido otras cuestiones más inmediatas. Cada uno habrá aplicado o no los colores predominantes de su tiempo. Se habrá vestido con unas ropas que son de un material y una textura determinada, que seguirían o no la moda del momento. Comería lo que fuese más corriente, lo más económico, -porque, en eso sí que ha habido pocos cambios; el artista, casi siempre, ha tenido escasos recursos-. En cada época habrá escuchado unos sonidos distintos, percibido diferentes olores. En definitiva, que su vida ha transcurrido de una manera distinta y que su talento, unido a la civilización a la que pertenece y a todo ese ambiente de percepciones más sutiles, son los que habrán determinado su creación artística.


Si esto es a nivel de influencias individuales, el arte, como manifestación cultural, pienso que se ha expresado fundamentalmente en los tres soportes que mantienen la columna vertebral de cada civilización. Lo que conforma su identidad. Estos pilares no han mantenido siempre el mismo orden jerárquico. Han ido alternándose en el tiempo y, si en una época ha sido prioritario uno sobre los demás, en otras ha sido al revés. Según cuál era el que poseía en cada momento la primacía se pueden observar y comprender el por qué de otras cuestiones y de esas luchas de dominio entre todos. Hay veces que se confunden tanto que veremos a autoridades religiosas dirigiendo ejércitos y a monarcas investidos de aura divina. Pero esto no son más que estrategias, de unos y otros para arrebatarle al contrario su cuota de poder. Cada etapa la veremos, separadamente, desde estos tres diferentes puntos de vista, que son los tres pilares de cada civilización.


2.- EL PODER, LA CIENCIA y LA CREENCIA


El Poder es el pilar pragmático, la ejecución. Los que han ostentado el mando, desde los tiempos más remotos, se han dado cuenta que la emoción es muy rentable y que el arte tiene la maravillosa virtud de conmover al público. La famosa frase romana “pan y circo”, resume las dos necesidades primordiales del ser human@: el sustento básico y la ilusión. Por tanto, para controlar al pueblo y mantener el dominio, han procurado amparar y promover el arte en su beneficio. Desde este punto de vista, la historia del arte sería la historia de una ambición.


A continuación, el otro pilar es sobre el que se sustenta una civilización son sus logros y avances materiales, tecnológicos y científicos. Ciencia y Arte son, aparentemente, disciplinas contrarias, casi antitéticas. Si una opera desde la prueba y se confirma en la certeza, en el dogma científico, el arte se ha debatido siempre en la duda y ha seducido desde la intuición y la emoción. Ni siquiera tiene claro sus límites. En cada evolución que ha desarrollado se ha preguntado, ¿esto es arte? La relación entre arte y ciencia se parece a la historia de una relación convulsa. En unas etapas se han despreciado mutuamente y en otras han ido de la mano. Pero lo cierto es que una y otra disciplina se han influido recíprocamente. El arte ha variado su rumbo, a veces, drásticamente, por y con la aparición de algún nuevo invento o descubrimiento. Veremos cómo los avances científicos y tecnológicos han favorecido la aparición de nuevos iconos plásticos. Las posturas a favor y en contra de los inventos han determinado, en el mundo artístico, la aparición de diferentes estilos y escuelas. Desde este punto de vista, la conjunción ciencia y arte, es la historia de un encuentro/desencuentro.


Por último, el tercer pilar. Digo Creencia, porque, si bien, no se puede hablar, en occidente, estrictamente de religión hasta el siglo I de nuestra era con Jesucristo, varios miles de años antes, desde que el ser human@ existe, ha sentido la necesidad de creer en algo. Friedrich Nietzsche lo resume en la inquietante pregunta: “¿Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios?” El poeta José Hierro responde, con ironía:”A juzgar por los resultados, el hombre lo hizo mejor”. Ya Heráclito decía que el miedo llenó el cielo de dioses. Porque el miedo a lo desconocido, a la muerte, a no saber lo que hay detrás de su existencia, ha determinado un respeto místico a la vida. La muerte es “El inconveniente de haber nacido” como titula Émile Michel Cioran en su libro. El vacío que produce la certeza de no poder vencer a la muerte, ha generado la necesidad de creer en algo más allá de la realidad que se vive. Es lo que ha proporcionado inspiración para crear. La historia del arte de las creencias, desde este punto de vista, sería la historia de una rendición y de un temor.


En definitiva, la historia estudiada por etapas constreñidas entre fechas que se establecen convencionalmente, a posteriori, es una historia que no sólo resulta rígida, sino pobre e incompleta. Los sucesos que ocurren en cada momento histórico tienen relación directa y son consecuencia de unos que sucedieron antes y están conectados por otros que sucederán después. No pueden tratarse como un elemento aislado, como si fuera una lata cerrada y críptica con fecha de caducidad. La historia del arte que vamos a abordar es flexible, de encuentros y conexiones; dinámica. Sin final.


Es cierto que eso exige un cambio de actitud en el público. Estoy convencida que una de las grandes aportaciones del arte contemporáneo es haber convencido a la gente, al espectador, que debe ser un agente activo; que debería dejar de ser un mero receptáculo de imágenes y datos como requería el arte anterior a él. Sé que, en principio, resulta más cómodo mirar a la “Gioconda”, el icono convencionalmente establecido del Renacimiento, que a “La Fuente” de Duchamp. Y no sólo por la temática e independientemente de nuestros gustos. La madonna de Leonardo parece que no nos obliga a hacer más esfuerzo que observarla y complacernos en su belleza y su enigma. Se piensa que nos conmoverá, más o menos, según percibamos su magia y la información que manejemos, porque ambas, sensibilidad y conocimiento, serán las que regulen nuestra emoción. Pero cuando nos encontramos ante el icono del arte del siglo XX, la llamada “Fuente” de Duchamp, la cosa parece que cambia; porque la fuente es, sencillamente, un urinario. Sin más. Difícilmente alguien puede emocionarse ante un aparato sanitario. Necesita una explicación, unos conocimientos previos, para obtener una satisfacción. Para acercarnos a la obra e intentar saber lo que Marcel Duchamp quiso decir nos exige hacer algo, conocer, investigar. Participar activamente de la obra. Una vez encontradas las claves, cuando empecemos a encontrarle el sentido, será cuándo podremos complacernos con la obra. La experiencia de la búsqueda que exige el arte contemporáneo y actual, y el posterior descubrimiento de las claves, es tan gratificante, tan apasionante, que me negaba a aceptar que el resto de historia del arte tuviera sólo un deleite visual. Con estos encuentros de Historia sin fecha y de Arte sin fecha, lo que sugiero es que dejemos de ser meros depositarios pasivos de datos, lecturas y conferencias y que lo analicemos. Propongo vivir y PENSAR EL ARTE.


3.- LOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA


Esto por lo que respecta al marco temporal. En cuanto al elemento personal, al protagonista de la historia, creemos necesario hacer algunas incorporaciones, no sólo necesarias, si no justas y reales. Hay olvidos inexplicables. Parece fundamental incorporar algunas ausencias, ciertos nombres que se han ignorado a lo largo de la historia. Algunos son hombres que deberían tener mayor relevancia y quizás, por haber realizado un trabajo silencioso, han pasado desapercibidos. Pero si existe un olvido global y llamativo es el olvido de género: La mujer. Evidentemente, la otra protagonista de la historia. Cuando vemos varios manuales de historia y de arte, la única coincidencia es que apenas hay referencias. Si aparece alguna mujer es de manera circunstancial y marginal. Por lo que se refiere a la historia, casi siempre la vemos asomada en torno a círculos de poder, generalmente intrigando y manipulando en la corte. La mayoría de las veces es la madre, hermana, hija o mujer de alguien poderoso que aprovecha esa circunstancia para imponer un criterio interesado. Sólo parece haber ostentado el poder directo cuando no había un hombre disponible. Pero incluso en los momentos en los que era la titular del poder, para hacerse respetar, ha tenido que adoptar manifestaciones masculinas. Por ejemplo, La reina Hatshepsut de Egipto, la primera mujer que gobierna en un período de gloria y esplendor, se colocaba barbas falsas para tener autoridad y conservar el respeto. Fuera de los círculos de poder, salvo escasas excepciones, se le ha ignorado. En el arte ha ocurrido igual. Generalmente se le ha adjudicado el papel protagonista de elementos simbólicos, carentes de poder directo, y que siempre van unidos a elementos emocionales. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Aunque constreñidas por el azar del nacimiento a un papel secundario hay muchas mujeres que han escrito la historia y el arte en mayúsculas. En épocas tan celebradas como el Renacimiento, sólo se habla en masculino. Todos recordamos a Leonardo, Miguel Angel o Rafael y no se indica que la primera persona que tuvo un conocimiento universal y humanista, fue una mujer. Se ha recreado la historia y el arte en masculino. No se pretende con este ciclo rehacer una historia del arte feminista, para compensar el anterior punto de vista. Se quieren corregir las ausencias relevantes, tanto de hombres como de mujeres, sin tener en cuenta su condición. Pero es cierto, es una obviedad, que hasta ahora ha habido más ausencias de mujeres. Si me lo permitís, os voy a contar una anécdota de hace dos días. Estábamos buscando la gráfica esa tan famosa de la evolución del homínid@ hacia el ser human@ actual. Pues bien, la conseguimos inmediatamente de todos los colores, dibujos, tamaños e idiomas. Pero eran todos machos, solo machos. Como el camino recorrido desde entonces hasta nuestros días es tan extenso, no nos parecía bien que lo recorriera él solo, todo aburrido. Queríamos poner mezcla y sobre todo, nos hacía especial ilusión encontrar a Lucy en la escala. Ella es una especie de icono mundial prehistórico. Su ahora débil esqueleto asegura la certeza del primer homínid@ sobre la tierra. Porque Lucy es la primera Australopitecus que se descubrió. La que abrió nuevamente el cajón del estudio de la prehistoria. Como su nombre indica, es hembra, y su esqueleto demostró que ella y sus congéneres podían andar de pie. Su nombre, Lucy, se lo pusieron los arqueólog@s que la descubrieron porque, en ese momento, en la vieja radio de campaña, sonaba la canción de los Beatles, “Lucy is in the sky”. Con ella descubrimos un pasado que permanecía oculto. Probablemente sea uno de los mayores descubrimientos en la historia de la paleontología. Bueno, pues a pesar de todo esto, nos ha resultado imposible. No hemos encontrado una sola gráfica evolutiva femenina. Ni por Lucy se ha hecho. Al final, María Grot, artista multifacética y creadora, ha tenido que ingeniárselas para poder hacer una Lucy que abrazase y acompañase al popular homínido varón. Nosotr@s procuraremos incorporar, a lo largo de estos encuentros, las inexplicables ausencias de unos y otras.


4.- MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS


A continuación, abordaremos una historia del arte que no va a tener los límites plásticos usuales, porque no se va a reducir a las tradicionales de pintura o escultura. El arte se nutre de la cultura de un pueblo y, por tanto, también se alimenta y se manifiesta en otros soportes que no son sólo el pictórico o escultórico. Hablaremos del mundo literario, arquitectónico, musical, decorativo, científico, tecnológico, social, gastronómico, etc. Es evidente que no vamos a aportar todos y cada uno de las manifestaciones que ha tenido el ser humano a lo largo de la historia. Ni podría hacerse, ni es nuestra intención. Pero vamos a prestar atención a los elementos y movimientos artísticos relevantes aunque, en principio, parezcan ajenos a la plástica convencional.

5.- ARTE PARA TODOS


Por último, pretendo que la sentencia que determina que el arte y más concretamente el arte actual, pertenece a una élite restringida porque son los que la comprenden, no sea cierta. Es habitual escuchar que el arte contemporáneo, aquel que hacen nuestros coetáneos, no se entienda o que no guste a la gran mayoría. Lo destacaba Ortega en “La rebelión de las masas”. Y yo me pregunto, ¿cómo no va a ocurrir esto? No puede gustar lo que se desconoce o lo que no se comprende. Todavía hoy algunos programas de estudios de la historia del arte finalizan con o cerca de Picasso, como exponente de la modernidad. Estamos en el siglo XXI, Picasso nació en el siglo XIX.

En definitiva, con estos encuentros, abordaremos una historia del arte en la que vamos a comprender cómo se relacionan unos sucesos con otros muy alejados entre sí por el tiempo. Observaremos cómo surgen las tramas y cómo se van despejando las incógnitas. Descubriremos entonces que se borran las distancias temporales. Veremos al arte manifestándose en cada uno de estos tres pilares antes citados. Pensaremos el ARTE. Conoceremos de manera más directa lo que ha ocurrido. Porque, en lugar de empeñarnos en recordar la fecha exacta de cada suceso, de tal o cual fecha de este estilo, entenderemos, a través de la inmersión en la historia del arte, el por qué de cada una de las cuestiones. Desde ese momento, como el arte es manifestación del sentir de un pueblo, podremos conocer y entender mejor al ser humano.

6 comentarios:

  1. Cristina, ya me tienes aquí, sabes que te soy fiel seguidora y que no te fallo. Suerte en tu nueva faceta de blooguera.

    Me leeré con atención todo lo que has escrito, ahora solamente quería decirte que ya estoy aquí como una seguidora más.

    ResponderEliminar
  2. Aloha inconbustible Aino! Interesante esto que nos propones...Pensar el Arte, Historia sin Fecha, Arte sin Fecha...entenderlo desde el continuo.

    Estoy impaciente por asistir a los seminarios en Febrero.

    Ciao!

    Noke

    ResponderEliminar
  3. Aino me manda Lucy (presiendenta del gremio hominidal) a decirte gracias! gracias! gracias!
    Y yo te digo gracias totales !!!

    QUIERO EL LIVE IN WORLD!!!!!!
    yeahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

    ResponderEliminar
  4. Enhorabuena y mil gracias Cristina cuando en el camino de los cambios surge el desaliento aparecen angeles como tu que con la luz de su obra dan sentido al esfuerzo.

    ResponderEliminar